Saturday 13 de March de 2010, 17:26:50
Expedición al Aconcagua
Tipo de Entrada: RELATO | 3731 visitas

Sin duda, de las expediciones que he realizado hasta ahora, esta es la que supera en todo a las demás, en preparación, en ejecución y en el aprendizaje. Muchos meses recogiendo información, entrenamiento y preparación para poner ejecutar la expedición con buenas garantías. Fueron 26 días en total des de que salimos de casa hasta que regresamos, de estos 26 días 21 estuvimos en la montaña, no tuvimos casi tiempo de relajarnos y hacer turismo. Hubo jornadas muy duras en las que tuvimos que pasar por las experiencias de los Edemas y congelaciones que son unos de los peligros más habituales en estas alturas.

 

  Como empezó

 Una vez tenia decidido hacer la Aconcagua, me dispuse a buscar compañeros por el foro.

 Al principio la idea era la de hacer la expedición a través de una agencia por la normal. Después se puso en contacto Isa a través del foro, también estaba interesada en la expedición pero lo quería hacer por la travesía o falso Polacos, me pareció buena idea.

 Empezamos a estudiar la ruta y nos comenzamos a fijar en el glaciar de Polacos y en la vía directa de Polacos que es la que va a la cima atravesando todo el glaciar.

 

 

 Empezamos a buscar información y vimos que esa vía podía estar a nuestro alcance, una vía de 1100m de desnivel con tramos entre 45º y 60º se veía muy interesante, la duda era que el recorrido estaba entre los 6000m y los 7000m, nunca habíamos estado más arriba de los 6000m y el estado que podríamos encontrar la nieve en esa época del año.

 

 En todo caso, si el glaciar estaba en malas condiciones, si empre quedaría la opción de hacer cima por la travesía.

 

 

 

  La preparación

 Una vez tuvimos la suficiente información necesaria nos pusimos en marcha con la preparación tanto física, técnica y material.

   -Preparación física: calculamos un entreno que fuera bastante similar al trabajo que tendríamos que hacer, que es el de largas jornadas transportando unos 30kg. en la mochila.

 Esto requería hacer un entreno con pesas para fortalecer la musculatura y a ser posible trabajando a ritmo aeróbico para poder conseguir que los pulmones capten buena cantidad de oxígeno durante un gran esfuerzo.

 En mi caso, hago un entrenamiento que hasta ahora me ha dado muy buenos resultados, este consiste en subir caminando por una larga pendiente, cargado con una mochila con 12kg de peso, con una tobillera en cada pierna de 2kg cada una y en una muñequera en cada brazo de 2kg cada una, en total llevo 20kg de peso encima.

 El recorrido de la ascensión dura alrededor de una hora y voy subiendo con un pulsómetro a ritmo aeróbico.

 Para mi, este es el mejor entrenamiento, es el ejercicio que mas se parece al que vas a realizar.

 El descenso se hace caminando normal para no dar saltos y evitar tener una posible lesión.

 Los dos últimos meses hacíamos salidas de fin de semana por pirineos, estas consistían en acampar cerca de los 3000m y cargar en la mochila casi todo el material que llevaríamos en la Aconcagua.

 La efectividad de este tipo de salidas es muy alta, no solo hacías un buen entrenamiento si no que fue muy bien para probar materiales, llevar lo justo que necesitas, colocar bien todo el material en la mochila, la distribución en la tienda de campaña, etc.

 Con este tipo de salidas, te vas a la expedición con un buen rodaje y con todo el material probado.

   -El material: A parte del material normal de montaña que utilizamos en Pirineos, tuvimos que añadir al equipo material para temperaturas muy bajas, como por ejemplo: unas botas dobles, un anorak de plumas y unas manoplas.

La tienda de campaña ha de ser tipo igloo y reforzada para soportar fuertes vendavales, vale la pena llevar vientos de repuesto, algunos se nos rompieron.

  El viaje

El viaje lo hicimos con la compañía Aerolineas Argentinas, compramos un billete Barcelona – Mendoza. El billete consistía en un vuelo directo Barcelona – Buenos Aires y una vez aquí cogemos un vuelo interno Buenos Aires – Mendoza. Este vuelo interno, al ser el mismo vuelo internacional tienes la ventaja de que puedes llevar el mismo equipaje sin problemas, es decir, el vuelo internacional puedes llevar asta dos maletas de un máximo de 23kg cada una y 10kg en el equipaje de mano, en cambio si se contratara este vuelo interno a parte, solo te dejan facturar una maleta con un máximo de 15kg y 6kg de equipaje de mano.

A nuestro compañero Rafa le pasó esto, compró a parte el vuelo interno y no le dejaban pasar los 40kg de equipaje que llevaba, asta que al final probó suerte con otra chica de facturación y esta se lo hizo pasar como equipaje deportivo.

En caso de tener que coger a parte del vuelo internacional el vuelo interno y se lleva exceso de equipaje, se tiene que exigir a la persona de facturación que el equipaje se facture como equipaje deportivo. No se porque motivo, pero el personal intenta evitar este tipo de facturación.

El billete de avión Barcelona – Mendoza mas un seguro de cancelación nos costó 1300 euros cada uno.

  La expedición

 Día 4, llegamos a Buenos Aires a las 20'00h. No dio tiempo para gran cosa, llegar al hotel y dar un pequeño paseo por los alrededores e ir a cenar.

 

 Día 5, salia el vuelo para Mendoza a las 12'30 con llegada a las 14'30, allí nos esperaba Rafa que ya llevaba dos días y se encargó de anticipar gestiones para que cuando llegásemos nosotros tuviésemos casi todo a punto para poder salir el día 6 para Vallecitos para hacer la aclimatación al cerro Plata.

 

 Después de comer, lo primero que hicimos fue obtener los permisos para la ascensión al Aconcagua.  Primero tenias que ir en un pequeño local donde se efectuaban todo tipo de pagos, representa que es una empresa dedicada a la gestión de cobros, una vez abonados los 1800 pesos que costaba el permiso, te daban un comprobante de pago y con este ya te podías ir a la oficina de turismo que está en la avenida San Martín, 1143 y allí te hacían los permisos.

 

 

 Una vez teníamos los permisos, ya solo quedaba deshacer los petates y preparar las mochilas para marchar al día siguiente a Vallecitos.

 

  La Aclimatación

 La aclimatación la decidimos de hacer en la zona de Vallecitos para conocer otra zona, intentar hacer el Cerro Plata de 6000m y volver a Mendoza un par de días para oxigenarnos, descansar y reponer energías.

 Habíamos calculado pasar 6 días en la zona, con esos días ya abría suficiente para hacer una buena aclimatación. 

 Para ir a Vallecitos decidimos que nos salia más a cuenta contratar un taxi que nos viniera a recoger al hotel y nos llevara al mismo punto de partida que era la estación de esquí de Vallecitos a 3000m de altura. El viaje para Vallecitos nos costó 270 pesos.

 

 Día 6, a las 8'00h del día 6 el taxi nos vino a recoger al hotel y a las 11'00h. nos dejaba en la misma estación de esquí de Vallecitos. Quedamos con el taxista que nos viniera a recoger el día 11 al mediodía en el refugio de San Bernardo que quedaba un poco más abajo.

 

 

 

 A las 13'30 llegamos a la zona de acampada de Piedra Grande a 3600m montamos el campamento y subimos hasta los 3900m cerca del campamento el Salto inferior. Aquí notábamos un poco la altura, teníamos como una presión en la cabeza y nos costaba avanzar, descansamos un poco y regresamos al campamento.

 

 

 

 Día 7, empezamos la jornada a las 7'00h desayunamos, desmontamos el campamento y empezamos la ascensión hacia el campamento el Salto inferior a 4200m en la ascensión nos encontramos mejor que el día anterior.

 A las 12'45 llegamos al campamento, montamos las tiendas e hicimos una ascensión hasta el campamento la Hollada a 4600m también tuvimos las mismas sensaciones que el día anterior, un pequeño descanso y regresamos al campamento.

 

 

 Día 8, ascendimos al campamento de la Hollada, el último campamento, des de aquí intentaremos el ataque a la cima del Cerro Plata.

 Una vez montadas las tiendas, también hicimos una ascensión hasta los 5000m. Aquí los efectos de la altura ya se notaban más, costaba mucho más ascender y empezaron los dolores de cabeza.   A Rafa se le agudizaron más haciéndole pasar una mala noche.

 

 

 Día 9, decidimos intentar el ataque a la cima, salimos del campamento a las 7'45h. Rafa se encontraba mejor, los demás también sin problemas.

 Llegamos al collado Vallecitos a 5000m el viento soplaba muy fuerte y hacia mucho frío, nos tuvimos que abrigar y ponernos las gafas de ventisca y las máscaras.

 A los 5400m Rafa ralentizó mucho el ritmo, a Isa le empezaba a entrar son dolencia que es un síntoma de inicio de mal de altura.

 Faltaban unos 600m de desnivel, con esos síntomas será difícil hacer cima, a medida que vayan ascendiendo, cada vez serán más intensos.

  Yo me encontraba bien y decidí de acelerar un poco el ritmo e intentar llegar a la cima. Cuando faltaban unos doscientos metros para la llegada a la cima, la falta de aire se empezaba a notar mucho, ya tenia que empezar a parar unos segundos de vez en cuando para respirar a fondo y volver a cargar de oxígeno, los últimos tardé casi una hora en superar los últimos 150m.

 

 Por fin apareció los restos del helicóptero accidentado y seguidamente la cima, eran las 16'00h. Hago las fotos de rigor y me pongo en contacto con mis compañeros con el walki, sorprendente mente estaban a unos 150m de desnivel de la cima pero Rafa estaba muy agotado del esfuerzo realizado y decidió dar media vuelta.

 

 

 Me reúno con ellos y continuamos el descenso, Rafa descendía muy lento, estaba muy agotado, decidimos quitarle peso de su mochila para poder acelerar un poco el ritmo.

 

 

 A las 19'45 llegamos al campamento, ha sido una jornada de 12 horas, todos estamos muy cansados, comemos un poco y rápidamente a dormir.

 

 Día 10, nos levantamos un poco tarde para poder descansar, hasta el día siguiente no teníamos que estar en el refugio de San Bernardo que es donde habíamos quedado con el taxi.

 Rafa había dormido bien esa noche, todos nos encontrábamos bien y a las 12'30h comenzamos el descenso.

 A los pocos pasos, Rafa perdió el equilibrio y se cayó, le ayudamos a incorporarse y vimos que todavía estaba débil, continuamos la marcha y a los pocos pasos veíamos que se iba a caer otra vez, esto empezaba a ser más preocupante, descargamos las cosas más pesadas de su mochila y las cargamos entre Isa y yo, con menos peso iba descendiendo mejor pero se cansaba mucho y descendía muy lento, se encontraba mal.

 Llegamos al campamento del Salto superior a 4300m. Rafa se encontraba muy mal y decidimos acampar, no teníamos nada claro que es lo que le pasaba, no mostraba ningún síntoma de posible edema, no tosía, orinaba, más o menos bebía agua, no decía cosas sin sentido.

 Le miramos la fiebre y estaba a 38'5, le dimos una aspirina y al poco rato se le bajó la fiebre y se encontraba mejor.

 En la tienda de al lado había unos argentinos que tenían una radio para comunicarse con el refugio, les pedí que se pusieran en contacto con este para pedir que suba una mula el día siguiente, pero resultara que era domingo y el mulero estaba de fiesta y no podría subir hasta el martes.

 La cosa se complicaba, si al día siguiente Rafa estuviese más mal, tendríamos complicaciones para bajarlo, confiemos que no sea así.

 Día 11, por la madrugada empezó a soplar muy fuerte el viento, tuvimos algún problema con la tienda, se oía toser a Rafa.

 A la 6'00 nos levantamos para desmontar el campamento y empezar a bajar temprano y la sorpresa fue cuando fuimos a despertar a Rafa, este estaba medio inconsciente, no respondía y con la mirada perdida, en ese momento deducimos que tendría edema cerebral y que la situación era grave.

 Con la radio de los argentinos, dimos parte al refugio de San Bernardo para que avisaran a la policía de rescate, mientras se tenía que mirar si alguien en el campamento tuviera Dexametasona.

 En el campamento del Salto inferior había mucha gente, empezamos a preguntar tienda por tienda, nadie tenia hasta que al final apareció un esloveno con una caja, no tenia jeringuilla y le dimos dos dosis vía oral.

 El guarda del refugio nos comunicó que después de una hora intentando comunicarse con la policía de rescate, al final lo consiguió y que estos le dijeron que el helicóptero no podía hacer el rescate en esa zona por el viento y que mandaban a un grupo de rescate con una ambulancia.

 No podíamos perder más tiempo, teníamos que bajarle lo más rápido posible, en el estado en que se encontraba no podría durar mucho, hacía falta bajarle de los 4000m.

 

 Rápidamente preparamos una camilla con un par de mochilas bacías y bastones de treking unidos con cinta de tela, lo pusimos dentro del saco de dormir y lo atamos con los vientos de la tienda a la camilla, entre 6 personas lo íbamos bajando, suerte que había mucha gente en los campamentos y se ofrecieron a ayudarnos.

 

 

 

 El tramo de descenso del campamento era muy empinado y descompuesto, hubo momentos de apuro en que estuvimos a punto de resbalar todos ladera a bajo. Tardamos como unas dos horas en descender los 200m de desnivel de tramo empinado, poco después vi como Rafa iba mirando hacia un lado y otro, eso era señal de que recobraba el conocimiento, eso era señal de que la Dexametasona le estaba haciendo efecto y por lo tanto el peligro de morir se alejaba.

 

 

 Una vez superado el tramo difícil, Rafa nos pidió que le dejáramos salir del saco, ya se encontraba bien, le abrimos el saco, este se incorporó pero no tenia equilibrio y estaba muy débil, decidimos bajarle sujetándole con dos bastones de treking por las axilas entre cuatro personas, de esta manera podíamos bajar bastante rápido.

 Detrás nuestro nos seguía gran parte de las expediciones acampadas en el Salto, esto era muy espectacular, las expediciones que subían se quedaban sorprendidas de ver al rescatado y toda la comitiva detrás.

 A la 13'30h llegamos a la estación de esquí de Vallecitos y en ese momento llegaba la patrulla de rescate, más abajo esperaba la ambulancia.

 A partir de ahí ellos se encargaron de el, lo trasladaron al hospital Lago Maggore en Mendoza, Isa le acompañó para ayudarle en el hospital y yo me quedé en el refugio de San Bernardo para pasar la noche y al día siguiente subir con las mulas hasta el Salto y bajar todo el material que se había quedado arriba.

 Esa tarde, hubieron varias llamadas de periodistas al refugio, pidiendo información sobre el rescate, en ese momento supuse que se habría armado un buen revuelo con la noticia y me imaginé a mis compañeros bastante distraídos con los medios de información, de hecho, la gente del refugio hablaba mucho de “el rescate” por lo espectacular que fue.

  Regreso a Mendoza

 Día 12, ese día empecé a subir hacia el campamento el Salto a las 9'00h, como ya estaba aclimatado, tardé tres horas en llegar, el arriero subía un poco más tarde, mientras jo iba preparando el material de los tres para colocarlo en las mochilas. Cuando llegó el arriero lo cargamos y descendimos al refugio, aquí había quedado con un taxista para regresar para Mendoza.

 Llegué al hotel en Mendoza a las 19'00h. Isa me estaba esperando y una vez trasladado todo el equipo a la habitación me puso al día de toto.

 Rafa todavía estaba ingresado, tenía mucho líquido en los pulmones y seguramente que el día 13 le darían el alta.

 Como ya imaginé, tuvieron mucho revuelo con los medios de información, les hicieron una entrevista por televisión en el hospital y también se publicó la noticia en algunos medios de comunicación de España, varias veces nos encontramos a gente que reconocieron a Isa por la entrevista de la tele.

 Día 13, ese día daban de alta al Rafa, por fin los tres juntos otra vez, aun que por pocas horas.

 Rafa no estaba en condiciones de ir al Aconcagua, el edema pulmonar le dejará los pulmones debilitados durante unos meses, por lo demás se encontraba bien, podía hacer vida normal pero sin estar en altura.

 Isa y yo decidimos de continuar con la expedición, el día 14 era el previsto para comenzar la marcha hacia la Aconcagua. Rafa se quedaría un día más en Mendoza y después cogería un vuelo para Madrid.

 Ese día tuvimos trabajo en comprar la comida y en preparar todo el material para la ascensión.

  Empieza la Expedición

 Día 14, a las 9'00h nos recogía un taxi en el hotel, ahí nos despedimos de Rafa y comenzaba la gran aventura.

 A las 11'40h llegamos a la estación de esquí de Penitentes al límite del parque del Aconcagua, aquí hay unos cuantos hoteles y apartamentos, la mayoría están cerrados en esta época que es verano, solo hay abierto un par de albergues donde los precios para dormir y comer no son caros, en esta época del año normalmente hay alojamiento de sobras, es un lugar desértico donde no hay tiendas ni cajeros para sacar dinero.

 

 

 Aquí se encuentra el almacén de la empresa a la que contratamos las mulas para llevar el material hasta el campo base de Plaza Argentina, una vez ahí, desmontamos las mochilas y metimos el material en bidones y sacos de plástico para el transporte con las mulas.

 

 

 

  

 

 Una vez el material estaba repartido, empaquetado y etiquetado, este se pesaba y lo llevamos a la zona donde están las mulas, dejamos el material ahí y nos dirigimos hacia la entrada del parque en la Quebrada de Vacas a 2500m de altura.

  

 

 

 A las 12'30h llegamos a la entrada del parque donde se ha de pasar por la caseta del guradaparque para mostrar los permisos y hacer el registro de entrada al parque.

 

 

 

 

 

 Nos dirigimos al campamento Pampa de Leñas siguiendo el curso del río de la Quebrada de Vacas.

 El recorrido era árido y con muchas piedras, se hacía bastante incómodo ir avanzando, las mulas nos adelantaron a medio camino.

 

 

 

 A las 17'00h llegamos al campamento, lo primero que teníamos que hacer era pasar por la caseta del guadaparque para registrarnos, este nos dio una bolsa de plástico numerada en la que teníamos que meter la basura que generaríamos durante la estancia en el parque y se tenia que devolver a la salida, en caso de perdida había una fuerte sanción económica.

 

 

 

 

 Los arrieros ya nos habían dejado el material en el campamento, lo recogimos y montamos el campamento.

 

 Día 15, a las 7'00 nos levantamos, desayunamos, desmontamos el campamento dejamos todas las cosas empaquetadas para que las cargaran los arrieros y a las 9'00h empezamos a caminar hacia el siguiente campamento que es Casa de Piedra.

 

 

 A las 14'00h llegamos al campamento, esta vez hemos llegado más temprano y tenemos tiempo de asearnos un poco en el río y descansar.

 

 

 Día 16, esta vez nos levantamos a las 5'15h tenemos que dejarlo todo empaquetado a las 7'00h los arrieros quieren subir al campo base más temprano.

 Lo primero que hay que hacer para iniciar la marcha es cruzar el río andando por el agua, a esa hora de la mañana hacia bastante frío y el agua del río también estaba helada, no hacia nada de gracia tenerse que arremangar y mojarse, decidimos parar un poco de dinero para que nos ayudaran a cruzar el río con las mulas.

 

 

 Una vez cruzado el río y secos, dejamos el valle de Qubrada de Vacas y nos adentramos en el valle de Quebrada de Relinchos, al fondo ya se ve nuestro objetivo, la cara Este del Aconcagua.

 

 A las 13'00h llegamos al campamento base de Plaza Argentina a 4200m. A partir de ahora ya se terminan las caminatas tranquilas y de relax, aquí empiezan las jornada duras.

 Una vez en el campo base, lo primero que hacemos es registrar nuestra entrada en el campamento, en la caseta de los guardaparques, estos te entregan otra bolsa numerada que servirá para depositar las cacas a partir del campo 1 y al descenso se tiene que volver a entregar la bolsa a estos.

 Después te piden una hoja de ruta, es decir, lo que piensas hacer cada día y el día previsto de ataque a la cima.

 También es obligatorio llevar una radio para la comunicación con estos pero no la llevábamos pero aceptaron con uno de los dos walkis que llevábamos.

 Una vez hechas todas las gestiones con los guardaparques, toca el turno con el médico que estaba en la caseta de al lado.

 Este nos hizo una exploración para detectar que no tengamos ningún problema de salud. Aprovechando que teníamos en frente a una persona experta en el tema de los edemas y las congelaciones, le pedimos información, este nos informó muy bien y nos dio los siguientes consejos:

  - Las enfermedades relacionadas con la altura son comunes a los 3500 m o más.

  - El tratamiento de las enfermedades relacionadas con la altitud es detener el ascenso y si los síntomas son severos o empeoran (dolor de cabeza que no cede con analgésicos comunes, nauseas y vómitos) descender.

  - Por en cima de los 3000m subir a dormir a no más de 300-600 metros al día.

  - Por encima de los 3000m se debe de tomar un día de descanso cada 1000m de altitud ganados “escalar alto y dormir bajo”

  - Dormir solo de noche, manteniendo durante el día una actividad leve a moderada

  - Es fundamental mantener un adecuado aporte de líquidos bebiendo de 3 a 5 litros por día. El agua de deshielo está libre de minerales, por lo que es conveniente beber infusiones, jugos o sales de rehidratación.

  - Es conveniente tener una dieta “liviana” rica en hidratos de carbono (azúcares) de absorción rápida y lenta.

  - Evitar factores desencadenantes de dolor de cabeza, deshidratación, agotamiento o alcohol – tratar con analgésicos.

  - Se honesto de acerca de como te sientes

  - Considera la posibilidad de evitar cafeína al final del día.

  - Si el sueño no mejora durante algunas noches no ascienda, considera descender para mejorar la aclimatación.

  - Camina lentamente y descansa todas las veces necesarias.

  - No ignores las señales de Edema Pulmonar de Altura:

       *dificultad para respirar

       *cansado y fatigado

       *tos

       *espuma y luego sangre en la saliva

       *labios, lengua y uñas azules

      Solicita asistencia médica y luego ¡DESCIENDE!

  - No ignores las señales de Edema Pulmonar de Altura:

     *fuerte dolor de cabeza

     *torpeza

     *cambios en la manera de actuar (improductivo, violento, perezoso)

     * malestar general

     *vómitos

     *visión borrosa

     *ver, oír, sentir y oler cosas extrañas

     *confusión y alteraciones de la consciencia

     Solicita asistencia médica y luego ¡DESCIENDE!

  - Si tus articulaciones o músculos comienzan a molestarte, ve más lento, aligera la carga y estudia la posibilidad de un día de descanso.

  - Si normalmente tienes dolores en las articulaciones, asegurate de tomar regularmente analgésicos.

  - Mantén las manos y los pies secos, cambia guantes y calcetines mojados rápidamente.

 Luego nos dio un par de dosis más de Dexametasona.

 Una vez hechas estas gestiones nos dirigimos a montar la tienda, preparar la cena y descansar.

 

 Día 17, Nos levantamos a las 7'00h desayunamos y cargamos en la mochila la mitad del material que llevamos para llevarlo al campo 1.

 Tardamos unas 4 horas en llegar al campo 1 a 5033m. Había muchas parcelas arregladas con paredes de piedra en los alrededores para proteger un poco la tienda del viento, había bastante gente instalada pero quedaban bastantes sin ocupar.

Escogimos una y dejamos el material en un saco y lo tapamos de piedras.

Descansamos un poco y regresamos al campamento.

 Día 18, nos levantamos a las 7'30h. En esta jornada toca desmontar la tienda y llevarlo todo al campo 1, tardamos también unas 4 horas.

 Una vez montado el campamento el tiempo se empezó a complicar, fuertes ráfagas de viento y nieve, la tormenta duró un par de horas y la temperatura bajó considerablemente, se registró una mínima de -3'5º en el interior de la tienda.

 El campo 1 se llena considerablemente, seguramente que la mayoría piensa hacer como nosotros, hacer un porteo al campo 2 al día siguiente y al otro, acampar.

 Día 19, nos levantamos a las 6'30h para poder intentar subir el material al campo 2 antes que lo hagan la mayoría de las expediciones.

 La subida al campo 2 de 5800m es bastante dura, se nota mucho la falta de oxígeno, tardamos unas 5 horas en llegar.

 Había poca gente instalada, no había ningún rincón un poco protegido para la tienda.

 Dejamos el material cerca de un pequeño lago helado para tener el punto de agua cerca, unos guías hicieron un agujero en el hielo para poder coger agua líquida y no tener que estar fundiendo nieve.

 A las 15'00h regresamos al campo 1 y nos pusimos en contacto con los gardaparques con el walki para consultar la previsión metereológica de los próximos días, nos contestaron que esta iría mejorando.

 Día 20, ese día también nos levantamos temprano, había trabajo en desmontar el campamento para trasladarnos al campo 2 de donde haríamos el ataque a la cima.

 La ascensión al campamento también fue muy dura, como el día anterior.

 Montamos la tienda y pusimos todo en orden, se notaba mucho la altura. Des de el interior de la tienda divisábamos casi toda la ruta por el glaciar.

 Intentamos ponernos en contacto con los guardaparques con los walkis pero no teníamos visibilidad, había un pico por medio.

 Día 21, la temperatura mínima de esa noche dentro de la tienda fue de -9'5º se notaba el fresco, las paredes interiores de la tienda estaban llenas de escarcha.

 Ese día nos levantamos tarde, decidimos de hacer descanso para asegurar mejor la aclimatación, se notaba mucho la falta de oxígeno.

 Hacemos un repaso al material que necesitaremos para el ataque a la cima, es una ascensión larga y complicada, hay posibilidades de que haya algún percance y tengamos que pasar la noche por arriba, por eso nos tenemos que llevar material para hacer un vivac en condiciones pero sin pasarse con el peso.

 Decidimos de dejar los sacos de dormir y llevarnos las fundas de vivac, un hornillo, un cazo para fundir nieve e hidratar-nos y sales minerales para el agua de nieve.

 Un guía argentino de una expedición inglesa, me presta su emisora para que me pueda poner en contacto con los guardaparques, les pido la previsión del tiempo y me dicen que el día 23 será el mejor día para la ascensión, vientos de 15 km/h pero con posibilidad de tormentas por la tarde. Les aviso que el sábado día 23 haremos el ataque a la cumbre.

 

 Día 22, ese día nos levantamos un poco temprano, decidimos de ascender unos metros el glaciar para comprobar nuestro estado físico y tomar puntos referencia para el día de ataque a la cima, el primer tramo lo haremos de noche y nos podríamos despistar.

 Llegamos hasta los 6200m. A esa hora la nieve estaba un poco blanda pero se podía ascender más o menos bien.

 Ascendíamos por el borde izquierdo del glaciar, cerca de las piedras, por esta zona estabas fuera del alcance de los seracs y las grietas, estos quedaban más al centro.

 Continuábamos notando mucho la falta de oxígeno pero si vamos ascendiendo despacio no había problema.

 Nos fuimos pronto a la tienda, pues esa misma noche a la 1'30h nos empezaremos a preparar para la ascensión.

 

 

 Día 23, son la 1'30h. Llegó la hora de la verdad, hacía mucho frío, costaba mucho salir del saco, al final lo conseguimos.

 Preparamos un poco de desayuno con café y nos equipamos dentro de la tienda, no se la temperatura exterior pero hacía mucho frío.

 Tardamos dos hora en estar apunto, dentro de la tienda era muy incómodo equiparse pero fuera no podías estar parado.

 A las 3'30h comenzamos a caminar, no había luz de luna, no se veía nada, suerte de tomar puntos de referencia el día anterior.

 

 

 

 

 

 La primera parte del glaciar era con una pendiente de 45º, la nieve estaba helada y se ascendía rápido.

 

 

 

 

 

 Cuando salió el sol, la pendiente pasó a 50º, aquí nos encordamos.

 

 

 

 

 

 Las nubes empezaron a aparecer, no les dábamos importancia, los días anteriores cambien aparecían al medio día y por la tarde desaparecían.

 

 

 

 

 

 Llegamos al primer paso complicado, el cuello de botella, se le llama así por un paso estrecho que hay entre un gran serac y una pared de rocas.

 El paso es también de 50º pero tiene el peligro que estás a tiro de algún posible desprendimiento del serac.

 Llevábamos mucho rato ascendiendo con una pendiente de 50º, esto hacía la ascensión muy dura y cansada.

 

 

 Una vez superado el cuello de botella, la pendiente pasaba a 55º, la nieve empezaba a estar un poco blanda, cosa que hacía el ascenso más agotador.

 

 Llegamos a la parte inferior de la canaleta, esta es una zona rocosa con una canal, la pendiente es de 60º, aquí progresamos asegurados, ya llevábamos unas 10 horas de ascensión y estábamos bastante agotados.

 

 

 

 

 De pronto se puso a nevar y empezó a cubrir nuestras huellas y la visibilidad se iba reduciendo, esto me hizo pensar que también se cubrirían la huellas de la ruta de descenso y podríamos tener dificultad en encontrar el camino de descenso.

 Por fin alcanzamos el lomo, eran las 14'00h. Habíamos tardado 11 horas y las tormentas por lo visto se habían adelantado, de pronto me doy un calambre con el piolet y mi compañera le va pasando corriente eléctrica por la costura del cuello de la camiseta, en esos momentos nos damos cuenta de que estamos metidos dentro de una tormenta eléctrica.

 Nos vemos perdidos, en cualquier momento va a saltar una chispa y nos va a freír, rápidamente nos desprendemos de todo el material metálico, el ambiente era muy extraño, he visto pasar una chispa por delante nuestro, no tengo nada claro que podamos salir de esta. Sacamos las fundas de vivac y nos metemos dentro, espero que esto nos proteja, nunca me había encontrado en una situación como esta.

 Mientras, voy pensando en la expedición italiana que se perdió el año pasado y en la que murió el guía y un componente de la expedición, llevaban un guía argentino muy experto y con la niebla se desoriento y fueron a parar por donde nosotros hemos subido, si ese guiá que ya conocía la cumbre se perdió, haber como lo tendremos nosotros si es que salimos vivos de la tormenta eléctrica.

 No se cuanto tiempo pasó pero oí los truenos más lejos, deduje que la tormenta se estaba alejando. Todavía era arriesgado pero ya estábamos bastante nerviosos, decidimos recoger todo el material y comenzar a buscar la cumbre para encontrar el camino de bajada.

 Tenía en el GPS un track de la ruta normal que había descargado de internet al GPS, me puse a buscarlo pero este no aparecía como track, simplemente daba un rumbo y suponía que era la dirección de plaza de Mulas, no me servía.

 El track del GPS había fallado, las cosas se iban complicando, la visibilidad era de unos dos metros, esto y nada era lo mismo, íbamos avanzando siguiendo la pendiente hacia arriba, esperaba encontrarme con la cruz de la cima, ni tan solo había mirado el rumbo en el que nos dirigíamos, de pronto se abrió un claro entre las nubes a nuestra derecha, había una pala de bajada y al fondo unas montañas, estas me resultaban familiares, decidimos descender la pala para intentar reconocer esas montañas y explorar el terreno.

 Al final de la pala había un gran precipicio de unos 1000m esas montañas me parecía que eran las mismas que veía cuando ascendíamos al campo 2, finalmente localicé el campo 2 al fondo del precipicio, era una sensación de frustración ver nuestra tienda ahí abajo y no poder ir hacia ella.

 Una vez vista la situación ya me pude orientar, teníamos que estar al norte de la cumbre del Aconcagua, la cumbre todavía estaba cubierta por las nubes, mi compañera estaba muy agotada, ya eran las 8'00 de la tarde, quedaba como una hora y media de luz y decidimos de buscar un buen lugar para pasar la noche.

 Ahí donde estábamos había unas grandes piedras, encontramos una que nos haría de buen resguardo del viento y nos instalamos.

 Estábamos muy deshidratados, teníamos que derretir nieve para podernos hidratar, sacamos el hornillo pero este no hubo manera de encenderlo, era un hornillo con piezoelectrico, ese botoncito que hace saltar una chispa para encender el gas, imagino que fallaría esto y no habíamos cogido un encendedor.

 Después de un buen rato intentándolo finalmente nos dimos por vencidos, cuando las cosas van mal los problemas se van sumando.

 Estábamos muy deshidratados y a esa altura necesitas hidratarte mucho, yo empecé a tener rampas en el cuerpo por la deshidratación, tomé una pastilla de hidratación y comí un poco de nieve, a los pocos minutos desaparecieron las rampas, tendríamos que ir comiendo mucha nieve y de tanto en tanto alguna pastilla de hidratación.

 Nos metimos en las fundas de vivac para pasar la noche y comencé a pensar en lo que le pasó a nuestro compañero, se fue a dormir y al día siguiente estaba inconsciente con un edema cerebral y pulmonar, entonces me di cuenta que donde estábamos quedaba apartado de la ruta que hacen la gente, nosotros estábamos al norte de la cima y la ruta normal llega por el oeste, hacen cima y vuelven, por lo tanto, si al día siguiente no estuviésemos en condiciones para subir a la cima por nuestro pie, no nos vería nadie.

 Rápidamente nos levantamos, recogimos las cosas y comenzamos a subir lentamente.

 La cima todavía estaba cubierta por nubes, calculamos que ya teníamos que estar cerca, vimos un pequeño repecho y decidimos pasar la noche ahí sentados para no dormirnos y metidos en la funda de vivac.

 Tuvimos que colocar la cuerda y las mochilas debajo nuestro para que hicieran de aislante del frío, el repecho se desmoronó un poco y acabamos medio tumbados, de tanto en tanto iba comiendo nieve, la que había alrededor de mi cabeza se había convertido en hielo y no quedaba nieve blanda, la tenía que comer un poco más allá.

 Pasaban las horas, mi compañera se quejaba que no sentía la mitad de los pies pero por lo demás estaba bien, yo temblaba sin parar pero solo tenía frío en las piernas, los pies y las manos los tenía muy bien y de cintura para arriba estaba a buena temperatura, el anorak de plumas funcionaba muy bien, con estas perspectivas me relajé un poco y me dormí unas cuantas veces.

 Día 24, por fin empezaba a amanecer, esperamos que saliera el sol y que empezara a calentar para salir de la funda, estaba despejado, no había ninguna nube y el viento era flojo, era una buena mañana de cumbre, recogimos todo y para la cumbre.

 

 Estábamos justo al lado de la cumbre, llegamos arriba y lo primero que hicimos era mirar el lado oeste donde se suponía que tenía que haber la ruta de descenso, no se veía ninguna huella, la tarde anterior había nevado unos 10cm por lo tanto todo estaba borrado.

 

 

 Tenía que ser evidente que esa era la zona para descender, en frente teníamos la cumbre donde da acceso la pared sur, se veía un poco escarpado y no había visibilidad más allá, no sabíamos que al fondo tendría continuidad hacia abajo.

 

 

 

 Nos hicimos rápidamente las fotos de cima y empezamos a descender por esa zona rumbo oeste, teníamos que comprobar si ese era el camíno.

 

 

 

 

  Era una muy buena mañana para hacer muchas fotos en la cima y disfrutar de la cima pero estábamos muy agotados y sin comida ni bebida y todavía quedaba mucho camino hasta llegar a la tienda, aún podían pasar muchas cosas, por ejemplo que ese no fuera el camino correcto y que tuviéramos que volver a ascender para buscar otro camino, cada vez que nos equivocásemos menos fuerzas nos quedarían para buscar otras posibilidades.

 Realmente, a la hora de hacer un pico de estas características, es necesario llegar a la cima con fuerzas de sobras para el descenso, si no es así, tienes todos los números de que ya no puedas bajar por tu propio pie.

 Nada más comenzar el descenso, vimos a dos personas subiendo a fondo, eso fue una gran alegría para nosotros, quería decir que estábamos en el camino correcto.

 Eran dos americanos y a medida que nos íbamos acercando vi que nos miraban y miraban el terreno sin ninguna huella de subida, supongo que se estarían preguntando por donde coño hemos subido, la ilusión que tendrían de llegar ellos los primeros ese día se les fue por los suelos, nos cruzamos, nos saludamos pero no preguntaron, con la duda se quedaron.

 El descenso hasta el campo 2 era largo, a medida que descendíamos estábamos más agotados, en la tienda solo quedaba comida liofilizada y cuando hace algunos día que comes de esa comida la aborreces de tal forma que aunque te mueras de hambre no la puedes comer, le coges asco.

 Llegamos a la tienda muy cansados, la mayoría de las expediciones acampadas ya se habían ido, solo quedaban dos tiendas.

 Las nubes se estaban volviendo a cerrar y pronto se pondría a nevar otra vez, la ventana de buen tiempo se había terminado.

 Isa se quitó los calcetines y comprobamos que tenía congelaciones en los dos dedos gordos de los pies, parecían congelaciones superficiales y continuaba sin notar la punta de los pies.

 Día 25, al día siguiente nos despertamos con unos 15 cm más de nieve, sin prisas fuimos desmontando todo para marcharnos, la intención era la de ir hacia plaza de Mulas, quedaba más cerca de la salida que por plaza Argentina, teníamos muchas ganas de llegar a la civilización.

 La nieve había borrado todos los caminos, habían muchas nubes y la visibilidad era mala, no se veía el camino hacia plaza Cólera.

 Empezamos el camino hacia Cólera, tomamos rumbo oeste ascendiendo poco a poco de nivel pero como máximo unos 100 metros, marchando a ese rumbo nos tendríamos que acercar al collado que da acceso al campamento, esperaba que las nubes se abrieran y pudiese ver el collado para asegurar el rumbo, pero estas cada ves estaban más cerradas.

 Después de dos horas nos paramos y analizamos la situación, mi compañera estaba muy agotada, con esa visibilidad era muy probable que no acertáramos con el collado y que tuviéramos que dar algún rodeo para encontrarlo, eso quería decir necesitaríamos más fuerzas de las que teníamos i la situación se nos podría complicar mucho mas.

 Nos dimos la vuelta y decidimos de ir a plaza Argentina, tenia la ruta grabada al GPS y sería más fácil encontrar el camino.

 Pocas horas después empezaron los problemas, mi compañera estaba casi sin fuerzas y a mi me quedaban pocas, faltaba poco para llegar al campo 1, ahí pensábamos contratar porteadores de alguna empresa para que nos bajaran la mochila, ya no podíamos con ellas.

 Llegamos al campo 1 y nos detuvimos con las primeras personas que encontramos para localizar a porteadores, les explicamos que había pasado y se ofrecieron a bajarnos las mochilas al campo base.

 Era una expedición mexicana que se estaba preparando para el Everest. Nos ofrecieron comida a la que la aceptamos con muchas ganas, llevábamos muchas horas sin comer.

 Una vez que comimos un poco, recuperamos un poco de fuerzas y nos dirigimos al campo base, ellos nos bajaron las mochilas, realmente son una gente de admirar, quedamos muy agradecidos.

 Una vez llegamos al campo base, lo primero que hicimos fue ir a ver al médico para que nos hiciera un reconocimiento y viese las congelaciones de Isa, estas todavía no se podía apreciar el grado, hace falta unos 7 días para poder calcular el grado de congelación.

 El tratamiento para las congelaciones consiste en meter los pies en un cubo con agua a una temperatura de 37º y a esta se le hecha un desinfectante yodado como el Betadine, una vez bañados y desinfectados, estos se tienen que vendar para protegerlos, la punta de los pies no tienen sensibilidad, podrías hacerte una herida y no enterarte, con la herida se produciría una gran infección.

 Nada más poner los pies en el agua, le salieron rápidamente unas ampollas, estas eran sin sangre, era buen síntoma según el médico, una vez descongelados los dedos, si hubiese otra congelación, esto sería muy grave.

 Al tener que ir con los pies vendados no podía ir con calzado normal, como que sus botas ya eran viejas, decidimos de recortar los botines y transformarlos como unos zuecos para que le quepa la punta del pie dentro y esté protegído.

 Para ir bien, se la tenía que haber evacuado en helicóptero pero resultó que este se encontraba en reparación, luego miramos por algunas empresas del campamento para que mandaran una mula para poderla evacuar pero resulta que tardan dos días en llegar las mulas al campo base.

 

 Los guardaparques se dedicaron a llamar a otras empresas y al final encontraron una que tenían una expedición en el campamento de Casa de Piedra y que mañana llegarían al campo base, entonces estos cuando llegasen, descargarían la carga y la bajarían hasta la salida del parque.

 Ese día nos quedamos a cenar y a dormir en una carpa de la empresa que nos subió el material con las mulas, nos acompañaron dos expedicionarios de Tarragona que tambien habían descendido del campo 1 por que uno de ellos no se aclimataba.

 Día 26, hoy tiene que llegar la expedición con las mulas, según los guadaparques, llegaran alrededor de las 13'00h. Después de desayunar, Isa se fue a hacer una de sus curas diarias para las congelaciones, yo me preparé para comenzar a marchar, Isa con las mulas irían más rápido, son unos 40 km hasta el límite del parque que se tiene que hacer en una jornada.

 Preparé una mochila con comida y abrigo para la jornada y a las 11'00h comencé la marcha.

 Las mulas tenían que estar al llegar, yo descendía rápido para que cuando me alcanzasen sea lo más próximo posible a la salida.

 Eran las 13'00h cuando me crucé con la expedición poco antes de llegar a Casa de Piedra, iban con mucho retraso.

 Le pregunté al arriero si sabía a que hora llegarían más o menos a puente de Vacas y me dijo que alrededor de las 19'00h. Iban con retraso pero aún así, seguramente que llegarían antes que yo.

 A las 18'00h llegué al campamento Pampa de Leñas, tenía que registrarme, aproveché para comer un poco y descansar, todavía no había ni rastro de las mulas, el guarda me invitó a mate y charlamos un poco, mientras llegaron los expedicionarios de Tarragona que al final decidieron intentar salir del parque ese día, continuamos la marcha juntos.

 Ya me estaba acercando a la salida del parque, iba mirando hacia atrás para ver si los veía pero estos no aparecían. A las 21'00h llegué a la caseta del guardaparque a la salida de este, aquí tienes que registrar la salida.

 El guarda ya me estaba esperando, le habían informado por radio des de el campamento anterior que es el de Pampa de Leñas que los arrieros que llevaban a Isa iban con demasiado retraso y pasarían la noche en el campamento.

 Un coche de la empresa en la que iba contratando los servicios nos fue a buscar y nos llevó a un albergue en Penitentes para pasar la noche.

 Después de 12 días, por fin me pude duchar, que gustazo daba estar bajo la ducha, no llevaba jabón suerte que en el lavabo había pastillas de jabon.

 Al terminar la ducha, fue como si te cayera un jarro de agua fría cuando recordé que me tenía que poner la misma ropa sucia.

 Después una buena cena y por fin dormir en una cama, todos esos pequeños detalles que normalmente pasan desapercibidos, eran como un lujo ese día.

 Día 27, Finalmente Isa llegó al mediodía, un taxi nos estaba esperando para llevarnos a Mendoza, nuestras mochilas las bajarían otras mulas hoy a última hora, eso fue cosa de la empresa a la que íbamos contratando los servicios que quiso encargarse ella de nuestras mochilas para poder cobrar ella el servicio.

 Por la tarde llegamos a Mendoza, por fin en la civilización, han sido muchos días muy duros en los que has pasado muchas cosas y hemos vivido muchas y nuevas experiencias.

 Por la noche vendía al hotel una doctora especializada en congelaciones para visitar a Isa, le diagnosticó congelaciones de segundo grado y le izo un informe para continuar el tratamiento en España.

 Esa noche tocaba cena de celebración, comí unos buenos platos de carne con un buen vino pero mi estómago ya no estaba acostumbrado a comidas tan fuertes y pasé una mala noche.

 Día 28, solo nos quedaba un día para pasear por Mendoza y comprar los regalos, nos subiese gustado estar algún día más.

�lbums de Fotos relacionados:

• Aconcagua por el glaciar de los Polacos

A�adir nuevo comentario

Usuario de Madteam.net No usuario

Vista Previa